EL COLESTEROL ni es un "enemigo" ni es "invisible"

Se trata de un lípido componente estructural de la membrana de cada una de nuestros billones de células, por tanto imprescindible.
El colesterol procedente de la alimentación se transporta por la sangre unido a lipoproteínas de dos categorías LDL y HDL, más conocidas como “colesterol bueno y colesterol malo”. El poseer mayor cantidad de una u otra es un carácter genético, pero su comportamiento es diferente en cuanto a que si las VLDL y LDL acumulan el colesterol, las lipoproteinas HDL permiten que el organismo se quede con el colesterol necesario y elimine el sobrante. Y, a mayores, nuestro hígado fabrica colesterol, llamado endógeno.
Por tanto “la suerte está echada dependiendo de nuestros progenitores”, es lo que piensan algunas personas mostrando una actitud pasiva frente a su salud. A los que debo responder que” la herencia genética la puedo modificar con mis hábitos”, por tanto eso nos responsabiliza a cada uno de nosotros de conocer qué hacer y , cómo poder actuar para prevenirlo.

Estas son algunas pautas:

1. Incorpora a tu dieta ácidos grasos omega 3(W3) y omega 9 (W9). El W3 compite con el colesterol a nivel de la membrana celular, Lo encuentras en pescados, en más cantidad en pescado azul (jurel, caballa, salmón, sardina…), y en semillas o aceite de lino y nueces.El W9 es el ácido oleico, típico del aceite de “oliva virgen de 1ª presión en frío”, esto es, directo de la aceituna, que impide que el colesterol se oxide y se incorpore a los vasos sanguíneos (venas y arterias) para formar placas de ateroma y conducir a una arteriosclerosis, que favorece el riesgo de infartos cardíacos y cerebrales.




2. Toma raciones de fruta, verdura y legumbres diariamente; la fibra favorece el el tránsito intestinal en el colon contribuyendo a que el colesterol se elimine.




3. Realiza ejercicio de forma regular y adecuado a tu edad. De forma genérica se aconseja caminar 30 min/día al aire libre, en contacto con la naturaleza, un total de 150 min/semana, a intensidad que tu puedas hablar pero no cantar.




4. Utiliza probióticos que favorecen el crecimiento flora microbiana en el intestino que a su vez colabora en la eliminación del colesterol y no en su reabsorción.




5. Controla la cantidad de azúcares refinados que ingieres diariamente, porque el exceso de azúcares se transforma en grasa y en el hígado se fabrica colesterol. Es quizás tan importante como el nivel de ingesta de grasa animal saturada y grasas transformadas industrialmente o grasas hidrogenadas. ¡Suprime lácteos!, un vaso de leche entera tiene unos 25 mg de colesterol mientras una loncha de beicon de 5g tiene sólo 3mg., (1 l. de leche equivale a 33 lonchas de beicon). Y recuerda , el término “bajo en grasa” es una estrategia de mercado.




6. Descarta la comida preparada, “precocinada” o elaborada con productos poco naturales, contribuye a elevar el nivel de grasa y colesterol en sangre.Prepara tus platos cocidos o a la plancha, evita fritos.




7. Incorpora “lecitina de soja” en las comidas, sobre todo si son ricas en grasa animal, porque la lecitina emulsiona o dispersa la grasa para facilitar su digestión, y disuelve el colesterol.También resultan interesantes el té verde, las manzanas y las cebollas, por los flavonoides que contienen que actúan como antioxidantes de las LDL.




8. Procura ser un consumidor responsable de su propia salud, lee las etiquetas de los productos que compres y no te dejes engañar.