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Un encuentro entre la naturaleza y tu cuerpo guiado por María José M. Santé, dra. en Biología y profesora del Máster en Medicina Natural de la USC.
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Mª José M. Santé

PandemiaSSS

Una medida en tiempos de crisis consiste en desviar la atención social a otros menesteres, a lo cual los medios de comunicación se brindan y los laboratorios farmacéuticos contribuyen en favor de su propia causa.


Lo que probablemente desconozcan, los unos y los otros, es que LA CRISIS no es un agente infeccioso, pero pasa factura a nuestra salud, porque el paro provoca ESTRÉS, cuyos síntomas son cefaleas, ansiedad, depresión, angustia, fobias… ejerciendo un efecto negativo sobre el sistema inmunológico o barrera de defensa, deprimiéndolo frente a las enfermedades. Un dato a tener en cuenta es el que nos aporta un estudio realizado por la Universidad de Harvard, según el cual cinco de las enfermedades previstas para el 2020 tienen relación con el estrés .


LA PANDEMIA DE LOS EXCESOS, el Síndrome Metabólico, es

una grave enfermedad provocada por los excesos alimenticios del Siglo de la Abundancia. Los síntomas son obesidad, hipertensión, hipercolesterolemia y diabetes. Las causas: la mala calidad de los alimentos, el exceso de alimentos procesados, con diferentes tipos y cantidades de aditivos, la ausencia de una amplia variedad de frutas, verduras, legumbres y hortalizas en las diferentes comidas, en resumen “comer mucho y mal”, conducen a alergias e intolerancias alimentarias que indican un exceso de respuesta del sistema de defensas frente a sustancias presentes en los diferentes alimentos, que son reconocidos como extrañas en nuestro organismo.

La PANDEMIA de GRIPE, una enfermedad infecciosa común, provocada por un virus que tiene como característica su capacidad se sufrir variaciones o recombinaciones genéticas en su genoma (mutaciones), que hace particular y único a cada virus.

Se conocen tres tipos de virus de la gripe con capacidad de infección en humanos el tipo A, tipo B y tipo C, con diferentes subtipos H0N1,H3N2, H2N2 y H1N1; estos subtipos se definen por las proteínas que utiliza el virus para entrar en nuestras células y para infectarlas, en este momento se pone a prueba nuestro sistema de defensas.

A estas alturas, es de todos conocido que el “virus estrella” de nuestro próximo otoño-invierno es del tipo A , subtipo H1N1; curiosamente la misma cepa que infectó a la población mundial en 1947, 1957 y 1977 (“Enfermedades Víricas”, F Gudiol, Medicine Idepsa). Concluímos que no es un virus nuevo, que el comportamiento viral en el invierno del hemisferio sur fue de gran capacidad de de contagio, pero de carácter leve, y ojeando en el pasado, se constata que la pandemia no originó más problemas que los habituales de una gripe.

Las medidas pasivas a tomar frente a esta pandemia son de dos tipos, las vacunas y los fármacos.

Las vacunas no son tipo estándar sino “hechas a medida” según la tipología viral, pudiendo presentar problemas de eficacia y seguridad, relacionadas con su composición. Además de entrar en juego la capacidad de mutación (cambios) del virus, lo que compromete de forma real los resultados como método preventivo.

Los fármacos, Tamiflú y Relenza, de dos conocidas compañías farmaceúticas, parece que, para ser efectivos, deben tomarse 48 horas antes del primer síntoma, mi pregunta es la siguiente: ¿es esto posible? Además de sus posibles efectos adversos, que según parece pueden ser de tipo neurológico y psiquiátrico.

Las tres pandemias tienen en común la respuesta, positiva o no, de nuestro sistema inmune frente a factores tóxicos, contribuir a su mayor eficacia es abonar el terreno de nuestra salud. ¿Cómo hacerlo? Te sugiero:

1º) Practicar un estilo de vida saludable: reducir el estrés, paseos al aire libre, consumo moderado de alcohol, vida social y familiar satisfactorias, realizar ejercicio diario (30 minutos de paseo).

2ª) Alimentación sana y equilibrada en la que conviene incrementar

*frutas, verduras, legumbres y hortalizas a diario, siempre de la temporada y ecológicas, y como primer plato de una comida.

Como alimentos específicos:

*cebolla, ajo, puerro

*frutas kiwi y zumos de naranja con limón

*caldito de raíces y algas con hatcho miso

*crema de calabaza

*probióticos y prebióticos: kuzú, umeboshi, kéfir o yogur de cabra u oveja mejor que de vaca, hatcho miso.

*añadir el alga “musgo de irlanda” a comidas, lleva viamina. A, calcio, y posee acción antibacteriana.

Infusiones

*tomillo, orégano, limón y miel.

Tomillo: estimula las defensas, antiséptico, recomendado en procesos infecciosos

Orégano: antiséptico y expectorante.

*anís estrellado, fuera de las comidas tres tazas al día con 20g. de anís.

Así puedes elegir e intercambiarlas a diario.

3º) Suplementos que colaboran con el sistema inmune

3-1 Vitaminas C, A, B3, B9, B12

3-2 Oligoelementos como el zinc, que podemos encontrar en germen de trigo, kiwi, escarola, endivias.

4 comments:

  1. Anonymous9/13/2009

    Me ha gustado mucho esta entrada, María José. Creo que dices verdades como puños: intentan crearnos una serie de preocupaciones que más que nada nos perjudican en vez de intentar darnos soluciones reales, que nos ayudasen a mantener niveles de stress manejables y consejos, que ayudasen a llegar a todo el público formas de mejorar su sistema inmune.

    Gracias por los consejos, se hará lo mejor que se pueda ;)

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  2. Anonymous9/14/2009

    MUY buen post, Dra! Muy adecuado a los tiempos que corren.

    Solo mencionar que en el tema de las vacunas sigue sin quedarme claras las verdaderas consecuencias (positivas y negativas) de su aplicación, pues a veces parece que recibir una pequeña dosis del virus pueda ser una medicina y otras se habla de ello como algo que debiera ser evitable. He aquí mi dilema.

    ¿Cual es su postura?

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  3. mjmsante@hotmail.com9/15/2009

    Mi postura respecto a esta vacuna, es que puede ser perfectamente evitable, eso sí, siendo responsables de nuestra salud; porque parece que siempre hacemos responsables a los demás,y no es así, los primeros somos cada uno de nosotros.
    Introducir gérmenes atenuados, sus proteínas o sus toxinas en el cuerpo, puede traer consecuencias más o menos graves, como interactuar entre sí o con nuesto sistema inmune y desencadenar en problemas de salud de diversa índole.
    Sirva como ejemplo una de entre varias hipótesis sobre el origen del sida, que dice que se introdujo en el hombre a partir de la vacuna de la poliomielitis.Otro buen ejemplo sería la controvertida vacuna del papilomavirus, causante del cáncer de cuello de útero,de la que dudan científicos, médicos y autoridades sanitarias, porque realmente es costosa, realmente se desconoce su grado de efectividad (por lo menos hasta dentro de varios años), y porque realmente el estudio de su eficacia se está realizando en la población juvenil.
    Cócteles en el cuerpo los mínimos, por favor.
    Tengamos siempre presente que "La SALUD ES LA MAYOR DE NUESTRAS RIQUEZAS Y COMO TAL, DEBEMOS DE PRESERVARLA".

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  4. Anonymous9/17/2009

    Me ha gustado lo de "Cócteles en el cuerpo, los mínimos" :)

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