Un resfriado otoñal

Se trata de una inflamación del sistema respiratorio superior, causado por una infección de tipo viral. Los síntomas pueden ser : estornudos, escalofríos, irritación de la garganta, nariz fluyente o tapada , y si progresa se acompaña de dolor de cabeza, palidez, cara de aspecto cansado y temperatura corporal que puede subir “ligeramente”.
La mayoría de las personas se resfrían varias veces al año, generalmente en otoño, primavera e invierno. En sí, no es grave sino desagradable, pero puede ir acompañado de complicaciones secundarias que afectan al oído, amígdalas, faringe o laringe, tráquea, bronquios o pulmones, por lo que, para reducir la frecuencia de enfermedades más graves, debemos controlarlo.

¿Cómo prevenirlo?, indudablemente con una buena nutrición, que debe ser suplementada en vitamina C y bioflavonoides , además de infusiones a base de tomillo, orégano, miel y limón. En personas con defensas bajas, podemos aumentra la inmunidad con propóleo , echinácea y musgo de irlanda.


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